El rock (nada de drogas sexo y rock and roll, solo rock)
Recuerdo que fue una época en que mi familia y yo atravesábamos un mal tiempo. Me ví obligado a salir a la calle a ver que encontraba, básicamente para poder pagar mis estudios al menos, los que había iniciado hacía relativamente poco.
Le toque la puerta a un buen amigo llamado Hugo, para preguntarle si en su banda necesitaban un tecladista. El tocaba en un pub en barranco, y esto representaba, en caso de que me aceptase, un trabajo fijo.
Hugo me dio una lista de 40 canciones que debía aprender y memorizar, tanto en lo que hacía el piano en cada una de ellas como en los coros. Fui con la lista a la casa de un buen amigo mío, de esos que tiene discos que empapelan y cubren las paredes de su cuarto, con una lista que le rogue me ayudara a hallar en versiones originales, para poder aprenderlas.
Estaba tan necesitado de trabajar que demoré solo 3 días en memorizar las 40 canciones, entre las cuales había temas de the beatles como Hey jude (full piano), o Baby I Love your Way (con acordes de armonía funcional que desconocía y que debí descifrar con mi oído de jóven músico).
A las dos semanas estaba tocando rock en Barranco, y ese trabajo me permitió entender muchas cosas, asi como aprender otras tantas. Fueron casi 12 años de mi vida dedicados a aprenderme canciones para cada fin de semana y cantar por las madrugadas. Aprendí mucho de tantos tipos de música, que el rock tiene mas de un matiza que golpear la tarola como creen muchos, y que los textos del rock tienen una especie de poesía que no es poesía, que nace de la misma necesidad de la música de ser cantada en las manos de un cantautor sumamente visceral y franco.
Fui mui feliz en toda esa época. Estar en una banda es lo máximo, y tardaría mucho tiempo para entender que aquella música tenía identidad completa solo cuando la ejecutaban los autores de la misma.
Hace algunas semanas decidí dejar de cantar música de otras personas y dedicarme a mi labor composicional de manera exclusiva, y no puedo negar que a veces extraño coger la guitarra y cantar alguna canción de Tracy Chapman, o sentarme al piano y cantar alguna balada de Hombres G, pero lo que hago ahora me hace sentir mas pleno.
Ya no trato de ser famoso emulando exitos ajenos. Ahora trato de encontrar un lenguaje propio, una manera mía de decir las cosas, de decir mi verdad a los que me puedan oír.
Lo mas importante, según mi primer maestro de Composición, es que un compositor tenga algo que decir. Mi algo se remonta al orígen del Universo, y mientras Él exista, tendré mil razones para cantar rock, y rock del bueno... del auténtico.
Le toque la puerta a un buen amigo llamado Hugo, para preguntarle si en su banda necesitaban un tecladista. El tocaba en un pub en barranco, y esto representaba, en caso de que me aceptase, un trabajo fijo.
Hugo me dio una lista de 40 canciones que debía aprender y memorizar, tanto en lo que hacía el piano en cada una de ellas como en los coros. Fui con la lista a la casa de un buen amigo mío, de esos que tiene discos que empapelan y cubren las paredes de su cuarto, con una lista que le rogue me ayudara a hallar en versiones originales, para poder aprenderlas.
Estaba tan necesitado de trabajar que demoré solo 3 días en memorizar las 40 canciones, entre las cuales había temas de the beatles como Hey jude (full piano), o Baby I Love your Way (con acordes de armonía funcional que desconocía y que debí descifrar con mi oído de jóven músico).
A las dos semanas estaba tocando rock en Barranco, y ese trabajo me permitió entender muchas cosas, asi como aprender otras tantas. Fueron casi 12 años de mi vida dedicados a aprenderme canciones para cada fin de semana y cantar por las madrugadas. Aprendí mucho de tantos tipos de música, que el rock tiene mas de un matiza que golpear la tarola como creen muchos, y que los textos del rock tienen una especie de poesía que no es poesía, que nace de la misma necesidad de la música de ser cantada en las manos de un cantautor sumamente visceral y franco.
Fui mui feliz en toda esa época. Estar en una banda es lo máximo, y tardaría mucho tiempo para entender que aquella música tenía identidad completa solo cuando la ejecutaban los autores de la misma.
Hace algunas semanas decidí dejar de cantar música de otras personas y dedicarme a mi labor composicional de manera exclusiva, y no puedo negar que a veces extraño coger la guitarra y cantar alguna canción de Tracy Chapman, o sentarme al piano y cantar alguna balada de Hombres G, pero lo que hago ahora me hace sentir mas pleno.
Ya no trato de ser famoso emulando exitos ajenos. Ahora trato de encontrar un lenguaje propio, una manera mía de decir las cosas, de decir mi verdad a los que me puedan oír.
Lo mas importante, según mi primer maestro de Composición, es que un compositor tenga algo que decir. Mi algo se remonta al orígen del Universo, y mientras Él exista, tendré mil razones para cantar rock, y rock del bueno... del auténtico.
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